Los activos a largo plazo consisten en acciones, bonos y otros valores adquiridos con la intención de mantenerlos por un período de tiempo. Estas inversiones se registran en el balance general usando uno de varios métodos: su valor razonable, las ganancias y pérdidas a costo amortizado y equidad. Si una empresa opta por el valor de una inversión a largo plazo utilizando el método del valor razonable, la decisión es irrevocable.